Indicaciones
ZYTIGA®, junto con prednisona o prednisolona, está indicado para: El tratamiento de pacientes con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración que no presenten síntomas o estos sean muy leves, tras no haber tenido éxito con el tratamiento de privación de andrógenos; tratamiento del cáncer metastásico de próstata avanzado (cáncer de próstata resistente a la castración) en pacientes que han recibido quimioterapia previa con un taxano. ZYTIGA está indicado con prednisona o prednisolona para el tratamiento del cáncer metastásico de próstata avanzado (cáncer de próstata resistente a la castración) en pacientes que han recibido quimioterapia previa con un taxano.
Dosificación
La dosis recomendada de ZYTIGA es 1000 mg (cuatro comprimidos de 250 mg) como dosis única diaria que no debe tomarse con alimentos. ZYTIGA debe tomarse al menos dos horas después de haber comido y no deben ingerirse alimentos durante al menos una hora después de tomar ZYTIGA. Los comprimidos deben tragarse enteros con agua (ver Absorción). ZYTIGA se usa con prednisona o prednisolona a dosis bajas. La dosis recomendada de prednisona o prednisolona es de 10 mg al día. Deben cuantificarse las transaminasas y la bilirrubina séricas antes de comenzar el tratamiento con ZYTIGA, cada dos semanas durante los tres primeros meses de tratamiento y cada mes a partir de entonces. También hay que realizar un seguimiento mensual de la presión arterial, el potasio en suero y la retención de líquidos (ver Advertencias). Ajuste de la dosis en pacientes con insuficiencia hepática:No es necesario ajustar la dosis en pacientes con insuficiencia hepática leve preexistente. No hay datos sobre seguridad y eficacia clínica de dosis múltiples de acetato de abiraterona cuando se administró a pacientes con insuficiencia hepática moderada o severa (Child Pugh Clase B o C). Ningún ajuste de la dosis puede ser pronosticado. ZYTIGA deberá ser usado con cuidado en pacientes con insuficiencia hepática moderada, solo si el beneficio claramente sobrepasa al posible riesgo (ver secciones Advertencias - Hepatotoxicidad e Insuficiencia Hepática y Propiedades de Farmacocinética - Poblaciones Especiales). Los pacientes con insuficiencia hepática moderada o grave preexistente no deben utilizar ZYTIGA (ver Poblaciones especiales). En el caso de pacientes que desarrollen hepatotoxicidad durante el tratamiento con ZYTIGA (si la alanina aminotransferasa (ALT) se eleva más de 5 veces por encima del límite superior de normalidad, o si la bilirrubina se eleva más de 3 veces por encima del límite superior de normalidad), debe interrumpirse el tratamiento hasta que las pruebas de función hepática resulten normales (ver Hepatotoxicidad). Una vez las pruebas de función hepática hayan vuelto a los valores basales de ese paciente concreto, puede reanudarse el tratamiento con una dosis reducida de 500 mg (dos comprimidos) una vez al día. En los pacientes que hayan reanudado el tratamiento, las transaminasas y la bilirrubina séricas deben controlarse al menos cada dos semanas durante tres meses, y una vez al mes a partir de entonces. Si la hepatotoxicidad se repite a la dosis reducida de 500 mg al día, interrumpa el tratamiento con ZYTIGA. No deben tomarse dosis reducidas con alimentos (véase Dosificación). Si los pacientes desarrollan hepatotoxicidad grave (ALT 20 veces por encima del límite superior de normalidad) en algún momento durante la terapia, debe interrumpirse el tratamiento con ZYTIGA, y dichos pacientes no deben volver a ser tratados con ZYTIGA. Ajuste de la dosis en pacientes con insuficiencia renal: No es necesario ajustar la dosis en pacientes con insuficiencia renal (véase Poblaciones especiales).
Reacciones Adversas
Durante toda esta sección se presentan las reacciones adversas. Las reacciones adversas son eventos adversos que se consideraron estar razonablemente asociados con el uso de acetato de abiraterona en base a una valoración exhaustiva de la información disponible de evento adverso. Una relación causal con acetato de abiraterona no puede ser establecida de manera confiable en casos individuales. Más aún, debido a que los estudios clínicos son conducidos bajo condiciones ampliamente variantes, las tasas observadas de reacciones adversas en los estudios clínicos de un fármaco no pueden ser directamente comparadas a las tasas en los estudios clínicos de otro fármaco y puede no reflejar las tasas observadas en la práctica clínica. Las reacciones adversas más comunes observadas en relación con ZYTIGA son edema periférico, hipocaliemia, infección del tracto urinario e, hipertensión, hematuria, aumento de la aspartato aminotransferasa, aumento de la alanina aminotransferasa, dispepsia y fracturas. ZYTIGA puede provocar hipertensión, hipocaliemia y retención de líquidos como una consecuencia farmacodinámica de su mecanismo de acción. En estudios clínicos los efectos mineralocorticoides previstos se observaron con más frecuencia en pacientes tratados con ZYTIGA que en pacientes tratados con placebo: la hipocaliemia fue del 21% frente al 11%, la hipertensión fue del 16% frente al 11% y la retención de líquidos (edema periférico) fue del 26% frente al 20%, respectivamente. En pacientes tratados con ZYTIGA, se observó hipocaliemia de grados 3 y 4 e hipertensión de grados 3 y 4 en un 4% y un 1% 2% de pacientes respectivamente. Los efectos mineralocorticoides generalmente pudieron ser tratados médicamente con éxito. El uso concomitante de un corticosteroide reduce la incidencia y la gravedad de estas reacciones adversas al medicamento (ver Hipertensión, hipocaliemia y retención de líquidos a causa de un exceso de mineralocorticoides). En estudios fase 3 de pacientes con cáncer metastásico de próstata avanzado (estudio 301) que estaban utilizando un agonista de la LHRH o que habían sido tratados previamente con orquiectomía, se administró ZYTIGA a una dosis de 1000 mg 1 g diario en combinación con prednisona o prednisolona a dosis bajas (10 mg diarios). Los pacientes no habían tolerado o no habían superado con éxito hasta dos regímenes de quimioterapia, uno de los cuales contenía un taxano. En la Tabla 1 se muestran la reacciones adversas a fármacos debidas a ZYTIGA que se produjeron con una frecuencia de ? 1% (todos los grados):
La reacción adversa a fármacos consistente en insuficiencia suprarrenal se presentó con una tasa de 0,5% en pacientes tratados con ZYTIGA y con una tasa del 0,2% en pacientes tratados con placebo en los estudios clínicos de fase 3. Efectos cardiovasculares:Ambos estudios de fase 3 excluyó a los pacientes con hipertensión incontrolada, enfermedad cardiaca clínicamente significativa como se demuestra a través de un infarto de miocardio, episodios trombóticos arteriales en los últimos 6 meses, angina grave o inestable, enfermedad cardiaca de clase III o IV de la NYHA (estudio 301) o insuficiencia cardíaca de clase II a IV (estudio 302) o una fracción de eyección cardiaca inferior a un 50%. Todos los pacientes incluidos (tanto los activos como los tratados con placebo) fueron tratados de forma concomitante con terapia de privación de andrógenos, sobre todo con el uso de agonistas de la LHRH, lo que se ha asociado con diabetes, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte cardiaca súbita. La incidencia de reacciones adversas cardiovasculares en los estudios de fase 3 entre los pacientes que recibían ZYTIGA® frente a los que recibían placebo fue la siguiente: fibrilación auricular: 3,4% frente a 3,4%; taquicardia: 2,8% frente a 1,7%; angina de pecho: 1,9% frente a 0,9%; insuficiencia cardíaca: 1,9% frente a 0,6%; arritmia: 1,1% frente a 0,4%. Hepatotoxicidad:Se han descrito casos de hepatotoxicidad asociada al medicamento con elevación de ALT, aspartato transaminasas (AST) y bilirrubina total en pacientes tratados con ZYTIGA. En todos los estudios clínicos se han descrito elevaciones en las pruebas de función hepática (aumentos de ALT o AST superiores a 5 veces el LSN o aumentos de la bilirrubina superiores a 1,5 veces el LSN) en aproximadamente un 4% de los pacientes que recibían ZYTIGA, típicamente durante los 3 primeros meses después de comenzar el tratamiento. En el estudio clínico 301 de fase 3, los pacientes cuyas ALT o AST basales eran elevadas tenían más probabilidades de experimentar elevaciones en las pruebas de función hepática que los que comenzaban con valores normales. Cuando se observaron elevaciones de la ALT o la AST por encima de 5 veces el LSN, o elevaciones de la bilirrubina por encima de 3 veces el LSN, se terminó o se suspendió el tratamiento con ZYTIGA. En dos casos se produjeron aumentos acusados en las pruebas de función hepática. Estos dos pacientes con función hepática basal normal experimentaron elevaciones de ALT o AST de entre 15 y 40 veces el LSN y elevaciones de bilirrubina de entre 2 y 6 veces el LSN. Al interrumpir el tratamiento con ZYTIGA, ambos pacientes vieron normalizadas sus pruebas de función hepática y uno de los dos reanudó el tratamiento con ZYTIGA sin que se repitieran las elevaciones. En el estudio 302, se observaron aumentos de grado 3 o 4 en ALT o AST en 35 (6,5%) pacientes tratados con ZYTIGA®. Los aumentos de las aminotransferasas no se lograron resolver solo en 3 pacientes (2 con metástasis hepáticas múltiples y 1 con aumento de AST aproximadamente a las 3 semanas siguientes a la última dosis de ZYTIGA®). Se informó la interrupción del tratamiento debido a un aumento de ALT o AST en el 1,7% y 1,3% de los pacientes tratados con ZYTIGA® y en un 0,2% y 0% de los pacientes tratados con placebo, respectivamente. No se notificó ninguna muerte debido a hepatotoxicidad. En los ensayos clínicos, se mitigó el riesgo de hepatotoxicidad excluyendo a los pacientes con hepatitis basal o importantes alteraciones en las pruebas de función hepática. En el ensayo 301, se excluyeron a los pacientes con niveles basales de ALT y AST igual o superior a 2,5 veces el LSN con ausencia de metástasis hepática y superior a 5 veces el LSN con presencia de estas. En el ensayo 302, los pacientes con metástasis hepáticas no cumplían con los criterios de selección y se excluyeron a los pacientes con niveles basales de ALT y AST ? 2,5 x LNS. Las pruebas de función hepática anormales se trataron con firmeza, exigiendo la interrupción del tratamiento y permitiendo reanudarlo solo una vez las pruebas de función hepática hubieran vuelto a sus valores basales (véase Ajuste de la dosis en pacientes con insuficiencia hepática). En los pacientes con elevaciones de ALT o AST por encima de 20 veces el LSN no se reanudó el tratamiento. No se conoce la seguridad de la reanudación del tratamiento en dichos pacientes. No se ha comprendido todavía el mecanismo de hepatotoxicidad asociado con ZYTIGA.